Las redes sociales han cambiado: ya no ordenan el contenido de forma estrictamente cronológica, mostrando primero las publicaciones más recientes, sino en función de un algoritmo. Ese algoritmo consiste en una regla para dar prioridad a las publicaciones más populares o de cuentas afines, por delante incluso de lo más reciente. De ahí que ya no tenga sentido ni publicar compulsivamente ni hacerlo muy seguido.
No pretendemos aquí destripar los algoritmos al detalle, sino aportar nociones básicas que os ayuden a programar el contenido de vuestras asociaciones. Si ya dedicamos un post a las horas y días más propicios, hoy hablaremos de la cadencia ideal y el por qué.
La frecuencia está relacionada con la utilización que hacen los usuarios de cada red social. En el caso de Twitter, conexiones breves pero frecuentes a lo largo del día, así que los tuits tienen una vida útil bastante corta. Por eso, es la red social que admite publicar con mayor frecuencia. Lo cifra ideal, para maximizar el alcance, estaría entre tres y cuatro tuits al día para cuentas oficiales, es decir, de asociaciones, empresas o instituciones, manteniendo un margen de al menos dos horas entre un tuit y el siguiente.
No es una norma estricta: en las fechas señaladas, como los eventos propios, presentaciones o días mundiales, se puede y se debe aumentar la frecuencia. En esos casos resulta muy útil el recurso de los hilos para agrupar en cascada tuits de un mismo tema, puesto que es más probable que un usuario lea un hilo completo a que el algoritmo le muestre varios tuits de una misma cuenta el mismo día.
En comparación con Twitter, las conexiones de los usuarios en Linkedin son menos frecuentes, por lo que la vida útil de las publicaciones es más larga y la frecuencia ideal de publicación más baja. La propia red social, en su sección de soporte y consejos, recomienda a modo orientativo la cifra de 20 publicaciones al mes, más o menos una por cada día laborable del mes que, dado el carácter profesional de la red social, son los de mayor uso e interacción.
Con esa cifra, según explica, se puede conseguir que el 60% de los seguidores de una cuenta vean al menos una de tus publicaciones cada mes. Así dicho, puede parecer un número bajo, pero es que la media de seguidores a los que el algoritmo muestra de forma orgánica cada publicación ronda el 5%, y muchas veces son los mismos de una publicación a otra.
Su algoritmo penaliza especialmente las publicaciones sucesivas, es decir, con poco margen de tiempo entre una y otra. La cadencia ideal, según un estudio de Hubspot sobre 100.000 publicaciones, estaría entre uno y dos posts al día, con un mínimo de tres a la semana.
Recordemos que, si la publicación tiene éxito (medido en likes, shares o comentarios), el algoritmo la muestra a un mayor porcentaje de seguidores. Por eso es importante priorizar la calidad sobre la cantidad, porque el alcance de una cuenta viene marcado más por la interacción que cosechan sus publicaciones que por el propio número de seguidores de la cuenta.
Conviene, si hablamos de frecuencia en Instagram, diferenciar entre los posts tradicionales, que se muestran en cascada en el timeline, y las stories, el formato de moda, que se muestran a pantalla vertical completa y cuyas publicaciones se agrupan sucesivamente, de forma similar a los hilos de Twitter.
Mientras que algoritmo que rige los posts de Instagram es muy similar al de Facebook (no en vano es la empresa matriz), con una frecuencia recomendada de entre uno y dos posts diarios, en el caso de las stories no se penaliza la publicación múltiples veces al día o de forma poco espaciada, al ser contenido espontaneo por su propia naturaleza.