Es muy posible que el término leucorrea no sea muy común y quizás nunca antes lo hayas escuchado. Leucorrea, del griego leuco, blanco y rrea, flujo; es un flujo blanco, un aumento de la secreción vaginal.1
Aunque en muchas ocasiones pudiera significar la presencia de alguna infección o enfermedad, no siempre lo es.2 La secreción vaginal presenta variaciones en cuanto a la cantidad y consistencia durante el ciclo menstrual, así como en las diferentes etapas evolutivas de la mujer.1
La leucorrea es una causa muy frecuente de consulta en ginecología, ya que supone una secreción abundante, con mal olor, que cambia su coloración a amarillo o incluso verdoso, que es irritante y produce picor, y puede indicar una infección a nivel de la vagina, del cuello uterino o incluso del útero.1 Puede ser fisiológica (cambio normal) o patológica.
La leucorrea fisiológica depende de la secreción de glándulas del cuello uterino y de la descamación vaginal, y está claramente relacionada con los cambios hormonales y con la salud vaginal, definida por un adecuado pH y un correcto balance entre microorganismos. Así, por ejemplo, coincidiendo con la ovulación suele tener un aspecto de clara de huevo y transparente, sin presentar olor.1 El estrés o la toma de determinada medicación, puede alterar el pH normal de la vagina y provocar alteraciones.2
Por otro lado, la leucorrea también puede ser del tipo patológica. En ese caso, suele ser de color variable, con olor, acompañada de escozor, picor, molestias durante las relaciones sexuales, dolor pélvico o durante la micción.1
Algunas de las diferentes causas que la producen son:
Presencia de algún cuerpo extraño en la vagina, como un tampón olvidado.2
Presencia de hongos (candidiasis): aspecto blanquecino, grumoso, denso y con placas que se adhieren a las paredes vaginales.1
Infección por trichomonas: flujo abundante, de color verdoso, espumoso y con burbujas.1
Alteración del equilibrio de la flora vaginal: cuando disminuye la concentración de lactobacillus como ocurre en mujeres fumadoras, o en las que abusan de duchas vaginales o productos de higiene intravaginal, pueden favorecer la proliferación de gérmenes como gardenella; flujo blanquecino o grisáceo con olor a aminas (pescado).1
Vaginitis no específica, que puede deberse a reacciones alérgicas a alguna sustancia química o al exceso de actividad sexual.1
Ante una leucorrea abundante y persistente hay que valorar los hábitos sexuales, tratamientos antibióticos u hormonales, cambio de pareja y si se acompaña de otros síntomas.1
No dudes en consultar con tu médico. Con una exploración ginecológica y la realización de un simple cultivo vaginal se puede llegar a un diagnóstico temprano.
Referencias
López-Olmos, J. Leucorreas líquidas y cremosas: diferencias clínicas y microbiológicas. Clin Invest Gin Obst. 2012; 39(2): pp 57-63.
¿Qué es la leucorrea fisiológica? [Internet]. Sanitas. Disponible en: https://www.sanitas.es/sanitas/seguros/es/particulares/biblioteca-de-sa… [Último acceso: julio 2022]
Autora: Dra. Ester Martínez Lamela. Ginecología y Obstetricia. Hospital Universitario Infanta Leonor, Madrid.
PP-LOE-ESP-0085 07/22