Cualquier tipo de producto de tabaco es un potencial agente transmisor del Covid-19
Tras la reapertura de los centros sanitarios, los fumadores pueden acudir a los profesionales sanitarios para dejar el tabaco
Madrid, 27 de mayo de 2020. – Fumar sigue siendo uno de los principales problemas de salud pública, causando la muerte de más de 60.000 personas cada año en nuestro país1. El daño que el consumo de tabaco provoca en los pulmones y en el sistema inmune comienza desde que se empieza a fumar, por lo que es importante
aprovechar cualquier oportunidad para abandonar el hábito.
Con motivo del Día Mundial Sin Tabaco que se celebra el próximo 31 de mayo, es un buen momento para recordar que la nueva realidad que se presenta tras la pandemia, más alejada de la vida social, tal y como se conocía antes, es una buena ocasión para continuar en el proceso de dejar de fumar o decidirse a comenzar a hacerlo.
Según la encuesta elaborada por Pfizer, ‘Rompe con la Nicotina’, el 70% de los fumadores españoles ha intentado dejar de fumar al menos una vez en su vida y, de media, lo han intentado hasta 4 veces2. Ahora, no obstante, la reapertura de los centros sanitarios juega a favor de los fumadores en esta situación, ya que una conversación de entre 2 y 5 minutos con el profesional sanitario duplica las posibilidades de éxito de dejar de fumar de manera definitiva3.
Y es que el contexto actual es un motivo más para abandonar el tabaco, ya que se ha demostrado que el coronavirus afecta en mayor medida a personas que padecen enfermedades crónicas, entre ellas las respiratorias y cardiovasculares. De hecho, una nueva investigación publicada en la revista Tobacco Induced Diseases revela que las enfermedades cardiovasculares aumentadas por el tabaquismo están presentes en más del 30% de las víctimas mortales por coronavirus4.
Las sustancias nocivas que contienen los cigarrillos hacen que se produzca una disminución de las defensas del aparato respiratorio, provocando que los fumadores multipliquen hasta casi 3 veces sus posibilidades de desarrollar una forma clínica severa de infección por coronavirus. Asimismo, en los pacientes que son fumadores, la insuficiencia respiratoria grave y la necesidad de recibir ventilación mecánica se produce de forma más frecuente que en los no fumadores6.
“Cualquier tipo de producto para fumar aumenta el riesgo de contraer el virus, ya que al arrimar los dedos y las manos a los labios se incrementa la posibilidad de transmisión del virus de la mano a la boca” explica el doctor José Luis Díaz-Maroto, experto en Tabaquismo, Médico especialista en Medicina Familiar y Comunitaria. Centro de Salud Guadalajara - Periférico. Guadalajara. “Además, el pronóstico podría complicarse en personas fumadoras o con EPOC, llegando a convertirse en población de riesgo en algunos casos”, concluye este experto.
El consumo de tabaco es un importante factor de riesgo en la incidencia de la infección por SARS-CoV-2 y de la severidad en la progresión de la enfermedad, tal y como ha demostrado hasta el momento la evidencia científica. Por ello y, en el marco de la estrategia preventiva para contribuir a la reducción del efecto de la pandemia por Covid-19, es fundamental evitar el consumo de productos de tabaco en todas sus formas6. Esto implica una mayor necesidad de concienciar sobre la importancia de dejar de fumar y, para ello, es clave acudir a los profesionales sanitarios, quienes recomendarán la mejor manera de conseguirlo.
Último acceso: mayo de 2020. http://www.socidrogalcohol.org/ultimas-noticias/277-d%C3%ADa-sin-tabaco.html
Estudio ‘Rompe con la Nicotina’ de Pfizer. 2017.
Hughes JR. New Treatments for Smoking Cessation. CA Cancer J Clin. 2000; 50: 143 – 151
COVID-19 outbreak impact in Spain: A role for tobacco smoking? Último acceso mayo 2020. http://www.tobaccoinduceddiseases.org/COVID-19-outbreak-impact-in-Spain-A-role-for-tobacco-smoking-,120005,0,2.html
COVID-19 and smoking: A systematic review of the evidence, (20 de marzo de 2020). Vardavas, Constantine I. y Nikitara, Katerina
Consumo de tabaco y SARS-CoV-2: una asociación peligrosa. Sociedad Española de Epidemiología. 2020.