Las vacunas son una de las mayores innovaciones sanitarias de todos los tiempos. Han ayudado a reducir significativamente la amenaza de muchas enfermedades que en algún momento de la historia fueron generalizadas y provocaron muchas muertes y desolación.
A excepción de la potabilización del agua, ninguna otra medida, ha contribuido a disminuir la morbilidad y la mortalidad en la especie humana como la vacunación. Muestra de los esfuerzos realizados en vacunación en los países con menor índice de desarrollo humano desde el 2001, se habrán evitado, hasta el año 2021, unos 20 millones de muertes, calculándose un ahorro de 350.000 millones de dólares en costes por atención sanitaria1.
Se puede decir, por tanto, que la situación epidemiológica del planeta ha cambiado paralelamente a la incorporación de vacunas al arsenal profiláctico médico. Los programas sistemáticos de vacunación han permitido, por ejemplo, la erradicación de la viruela (1977) y el virus salvaje de la polio tipo 2 (2015), la interrupción de la transmisión de la poliomielitis en casi todo el mundo, así como el control de enfermedades como el sarampión, el tétanos, la difteria, la rubeola o la enfermedad invasiva por Haemophilus influenzae, entre otras2. La mejor prueba del poder de las vacunas en el control de enfermedades infecciosas es que, en cuanto decaen las coberturas vacunales, las enfermedades no erradicadas resurgen.
El valor e importancia de las vacunas es incuestionable3. Las vacunas son uno de los mayores avances de salud pública4 y, además, constituyen una de las mayores innovaciones sanitarias de todos los tiempos.
Motivados por promover la innovación, en Pfizer buscamos generar un impacto en el mundo enfrentándonos a enfermedades infecciosas, tanto bacterianas como víricas, que amenazan a las personas en todo el mundo, incluida la enfermedad neumocócica, meningocócica, el virus respiratorio sincitial (VRS) y la COVID-19. Esta generación de impacto también la perseguimos a través de una estrecha colaboración con socios y proveedores globales y una cartera de vacunas que abarca todas las etapas de la vida, lo que nos permite ayudar a proteger a la mayor cantidad de personas posible.
Con la vista en el mañana, estamos progresando y dando forma al futuro de las vacunas a través de avances en I+D, en tecnología y en la expansión del acceso a quienes lo necesitan1. En paralelo, debido a las muchas enfermedades infecciosas que quedan con una gran necesidad médica no cubierta y una lista cada vez mayor de enfermedades prevenibles mediante vacunas, seguimos trabajando para marcar el comienzo de una nueva era de innovación en vacunas, tanto para prevenir como para tratar enfermedades, con especial énfasis en las infecciones maternas y neonatales, las infecciones adquiridas en el hospital y el cáncer2.
We've implemented an unprecedented, comprehensive preparedness plan to control our site operations. Here's the latest.
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