Si por algo nos caracterizamos es por ser una empresa dinámica, que se adapta con facilidad a las necesidades de la sociedad y que se plantea constantemente cómo puede mejorar para cumplir con el propósito que guía todas nuestras actuaciones: innovaciones que cambian la vida de los pacientes.
Para cumplir esta promesa, apostamos por la innovación de forma global, es decir, desde un punto de vista vanguardista capaz de ofrecer los tratamientos más avanzados y precisos, hasta la puesta en marcha de iniciativas que agilicen los procesos y faciliten la comunicación con los agentes clave de la salud, logrando así una estrecha colaboración con ellos.
Son nuestros valores corporativos los que guían la actividad que desempeñamos, los que definen nuestra cultura y nuestra forma de hacer las cosas: coraje, excelencia, equidad y alegría.
La empresa también tiene un compromiso subyacente con nuestras normas medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG, por sus siglas en inglés), las cuales promueven una excelente gobernanza y una mayor transparencia a la hora de determinar el impacto que tiene Pfizer en la sociedad y el valor que aporta no solo a los pacientes, sino también a los sistemas sanitarios, a las economías locales, a sus empleados y al medio ambiente.
El objetivo final es que en el futuro el ganador sea la ciencia, no las enfermedades. Cada día, los empleados de Pfizer van a trabajar con el deseo y la determinación de hacer realidad esta visión de futuro. Durante más de 175 años los colaboradores de Pfizer han trabajado con gran dedicación para luchar contra las enfermedades y enfrentarse a algunos de los mayores retos sanitarios de la historia de la humanidad, y sólo estamos empezando. Esta es la Pfizer de la próxima década y del próximo siglo. Una empresa dotada del poder de la ciencia y guiada por un propósito singular: innovaciones que cambian las vidas de los pacientes.