Los vídeos se han convertido en elemento clave para el éxito en redes sociales: las publicaciones que los contienen cosechan de media un 135% más de interacción que aquellas con fotografías fijas, según estadística de Facebook. Repasamos algunas tendencias clave para acertar con los vídeos de vuestra asociación de pacientes.
La tendencia es que si breve dos veces bueno: hace unos años la duración ideal era de un minuto, pero sigue bajando y ahora se sitúa entre 30 y 45 segundos, según la red social. Pero eso no significa que tengamos que limitarnos siempre a esa duración, que en muchos casos, y por más que condensemos, no alcanza para contar nuestro mensaje.
La mejor estrategia sería preparar distintas versiones a partir de un mismo material. Por ejemplo, un vídeo teaser de 20-30 segundos para Instagram y Twitter, con el que captar la atención la atención e interés del usuario, otro de un minuto para Facebook y, por último, una versión completa para el canal de Youtube, donde los usuarios están de media más dispuestos a consumir vídeos largos.
Además de la duración, es importante el orden del contenido, dada la forma en que los usuarios consumen redes sociales, deslizando la pantalla con el dedo y saltando de publicación en publicación a gran velocidad. Por eso es clave incluir en el arranque del vídeo algún elemento de gancho o titular, que invite a seguir viendo y deje claro de qué trata.
Según estadísticas de Facebook, los primeros tres segundos del vídeo trazan una frontera que marca en buena medida su éxito. El 65% de los usuarios que cruzan esa línea verán 10 o más segundos, y el 45% verán medio minuto o más.
Un formato en boga en redes sociales es el tipo videoclip: los montajes con planos breves que se suceden cada pocos segundos. Sobre ese fondo con movimiento y ritmo, superponemos un texto sencillo o el mensaje con una voz en off. Programas como Movie Maker o iMovie, preinstalados en todos los ordenadores, permiten montarlos sin necesidad de grandes conocimientos de edición. Y podemos encontrar amplias colecciones de vídeos de recurso gratuitos en webs como Pexels, Pixabay o Videzzy, entre otras.
Por otro lado, la máxima de la sucesión de planos breves también aplica al montaje de las entrevistas, que ahora se graban con dos o tres cámaras desde distintos ángulos, para después intercalar planos en la edición. La versión completa del vídeo de la entrevista queda para Youtube, mientras que para redes sociales podemos escoger un extracto o titular, a modo de teaser, y editarlo con música de fondo, rótulos y subtítulos.
Es el término técnico por el que se conoce a ese formato de vídeo con una pizarra en blanco con una mano dibujando a cámara rápida, que habitualmente se complementa con una voz en off de fondo. Es un recurso muy útil para vídeos tipo presentación, que contienen conceptos un poco más complejos: en el caso de la Salud se han popularizado para explicar una enfermedad, sus síntomas o factores de riesgo.
Whiteboard no es exactamente un formato nuevo, pero se ha democratizado en los dos últimos años gracias a la irrupción de programas y apps online de uso sencillo. Raw Shorts, Animaker o Powtoon tienen editores intuitivos y en sus versiones básicas gratuitas ya puedes montar tus propios vídeos de este tipo.
Nuestro consejo es que todos los vídeos incluyan audio, sea una música de fondo, una explicación o mensaje con voz en off, o aún mejor, ambos a la vez. Ahora bien, que el audio sea recomendable no significa que sea imprescindible en todos los casos. Por ejemplo, no lo es en los vídeos teaser breves para publicaciones en Instagram, Twitter o Facebook, donde el audio viene por defecto desactivado. Precisamente por ese motivo, si incluyes voz en off en un vídeo destinado a esas redes sociales recuerda añadirle subtítulos.
En cuanto a música, recomendamos por defecto que sea instrumental, neutra, puesto que la letra tiende a desviar la atención de la imagen, que debe siempre ser protagonista. Además, la gran mayoría de la música libre de derechos que podemos utilizar gratuitamente para vídeos es instrumental. ¿Dónde puedo encontrarla? Bensound, Hooksounds y Soundcloud tienen una amplia colección de canciones de libre uso (licencia “creative commons”), y también puedes recurrir al audiolibrary de Youtube, que dispone de varios cientos de canciones y efectos de sonido para creadores.