En Pfizer sabemos que el camino hacia las prácticas comerciales ecológicamente racionales comienza con una mejor comprensión de nuestra huella ambiental, su impacto y cómo está cambiando. Por eso llevamos a cabo acciones sostenibles que producen un valor medible, tanto para nuestro negocio como para la sociedad.
Debido a la naturaleza de los medicamentos que fabricamos (artículos farmacéuticos estériles), las materias primas utilizadas tienen que cumplir unos elevados requerimientos de calidad. Como medida de responsabilidad, en los últimos años estamos reduciendo el stock tanto de estas materias primas, como de los productos químicos en general, con el fin de disponer de las cantidades estrictamente necesarias, siempre teniendo en cuenta la continuidad de negocio de la compañía.
Asimismo, contamos con un programa anual de concienciación a través del cual realizamos comunicaciones periódicas para compartir las métricas referidas a residuos, CO2 y agua. Además, ofrecemos cursos de formación específicos asociados a cada puesto con la información necesaria para la gestión de residuos en su área.
Finalmente, disponemos de autorización de productor de residuos, otorgada por la Comunidad de Madrid, y tenemos contratado un gestor para su transporte, tratamiento y eliminación. Siguiendo las políticas ambientales de la compañía, este gestor es auditado periódicamente.
Tanto para la fabricación de nuestras medicinas, como para el resto de las actividades que se llevan a cabo en la planta de producción de San Sebastián de los Reyes, los principales tipos de energía que se utilizan son el gas natural y la electricidad. Para controlar su consumo disponemos de equipos de medición, que son la base de nuestro sistema de gestión, el cual nos permite asegurar un correcto funcionamiento de las instalaciones, e identificar incidencias u oportunidades de mejora en el mismo.
Desde enero de 2019, el proveedor de electricidad de la planta de producción es ACCIONA, compañía que certifica que las fuentes de energía que utiliza son 100% renovables. Además, uno de los proyectos identificados para mejorar nuestro desempeño ambiental en estas instalaciones, y que está en fase de estudio, es la puesta en marcha de una planta fotovoltaica que genere 1.500 MWh, lo que reducirá nuestras emisiones de CO2 en aproximadamente 441 toneladas.
El suministro de la planta se efectúa desde dos sondeos de agua subterránea. Estos disponen de sus correspondientes permisos de extracción concedidos por la Confederación Hidrográfica del Tajo. Además, desde 2011 disponemos de una planta de tratamiento que potabiliza el agua de pozo, y conexión al Canal de Isabel II, con el fin de asegurar el suministro a las instalaciones, y con ello, la continuidad de negocio. En dichos permisos de captación está establecido el volumen máximo anual de 226.960 m3, si bien utilizamos menos del 13% del mismo.
Las emisiones de gases de efecto invernadero que generamos son producto de las actividades que desarrollamos, incluido el uso de los bienes y servicios. En este sentido, nuestras principales emisiones en la planta de producción son de CO2 debido al consumo de gas natural, ya que desde enero de 2019 el consumo de electricidad proviene únicamente de fuentes 100% renovables.
Asimismo, y siguiendo las políticas ambientales tanto de la compañía como de la legislación vigente europea y española, estamos sustituyendo gases HFC con alto poder calórico atmosférico por otros con menor valor, minimizando el efecto adverso de posibles fugas de gases refrigerantes en nuestros equipos e instalaciones.
Para definir nuestros objetivos anuales se consideran, entre otros, los aspectos con mayor impacto ambiental, el cumplimiento de requisitos legales e internos de Pfizer, así como oportunidades de mejora. Así, en el último año fijamos los siguientes objetivos medioambientales, todos ellos completados o en fase de lograrlo: